"Como es arriba, es abajo; como es afuera es adentro. Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra" - El Kybalion
Cuando investigamos sobre los orígenes de la psicología nos encontramos directamente con la astrología. Tanto para los Egipcios y las escuelas herméticas, las tradiciones yorubas africanas, como los griegos en los templos de Delfos, la medicina de los celtas, el conocimiento de los los vedas, los sistemas de sabiduría china o nuestras culturas Ancestrales: muiscas, mayas y aztecas, solo por mencionar algunas de tantas. La astrología era fundamental para entender el lugar que ocupamos en el mundo: la relación con la tierra, con los otros y el destino.
La astrología en relación directa con la psicología, astronomía, mitología, cosmovisión y antropología, está lejos de ser el horóscopo que aparece en el periódico, o el programa “esotérico” que presentan en televisión.
Existe un gran problema filosófico que ha ocupado a muchos sabios y pensadores: mirar la vastedad del cielo estrellado y preguntarse ¿Quiénes somos? ¿Qué hacemos aquí? ¿Qué es esa infinidad de cuerpos celestes? He allí al astrólogo.
Tanto en el presente como en el pasado, nuestra relación con el cosmos es fundamental para nuestra salud: entender los elementos que nos constituyen, los ciclos de la tierra y de nuestro cuerpo, el equilibrio y el balance de nuestras potencias y el entendimiento de la influencia de la naturaleza sobre nuestra personalidad. Es sencillo, pensemos en la diferencia en la personalidad de una persona que vive en una isla caribeña y otra que vive en en la cima de una montaña con neblina. Nuestro ambiente influye en la forma en que construimos nuestra personalidad.
El sol es la fuerza que da vida a todo lo que habita este planeta. La luna influye en las aguas y los océanos. De la misma manera los astros más lejanos influyen particularmente en los ecosistemas y seres que habitamos en este planeta. Somos una red de cuerpos desde lo más particular como una hormiga creando una colmena, hasta una red infinita de planetas y galaxia. La invitación es a conocer la ciencia del cielo y de los multiversos, desde lo más particular: nosotros mismos.
Personalmente durante mi formación académica era muy escéptico a la astrología, sobre todo porque la relacionaba con contenidos superficiales y banales de nuestra experiencia humana. Empecé a interesarme gracias a los estudios sobre psicología y astrología de Jung, y sobre todo con la experiencia directa por medio de medicinas ancestrales. Compartir con culturas indígenas del amazonas, me permitió conocer la relación constante, cotidiana y directa con el mundo astral.
En ese sentido empecé a estudiar astrología y descubrí que la carta natal o el horóscopo son realmente mapas o impresiones en el tiempo que nos permite interpretar la relación de nuestro cuerpo (microcosmos) con los grandes cuerpos que nos orbitan (macrocosmos).
Jung descubre en la astrología los orígenes de la psicología. El conocimiento de los elementos: el agua como nuestro mundo emocional, la tierra como nuestro cuerpo, el aire como el intelecto y el fuego como el espíritu que nos moviliza en nuestro interior, son los entendimientos psicológicos más antiguos que han tenido nuestros ancestros.
La astrología se convierte en un espacio simbólico y numérico. Los 7 planetas representan las fuerzas que movilizan nuestra vida psíquica, sea el caso de Mercurio que representa nuestra comunicación. Con las 12 casas podemos adentrarnos a analizar nuestra relación con la personalidad, finanzas, comunicación, familia, placer, salud, sociedad, sexualidad, cultura, búsqueda de reconocimiento, amigos y espiritualidad.
En la experiencia que he tenido en el acompañamiento de personas para conocer su carta natal e interpretar la influencia de los astros el día de su nacimiento, o cómo están los astros en el presente en función de su proceso de vida, he llegado a entender la astrología como un mapa de símbolos, signos y elementos abierto a la profundidad de la interpretación. No hablamos solamente de una ciencia exacta a la cual podemos acercarnos por medio del lenguaje matemático y geométrico, sino también y además, como un lenguaje mítico cargado de saberes, fuerzas y sentidos.
No me interesa discutir si es una ciencia exacta en función de los parámetros del método científico del siglo XIX, me interesa recuperar el poder simbólico y la contemplación estética en nuestra relación con la vida. Un planeta puede ser un cúmulo de rocas inertes flotando en la mitad de la nada, o puede ser la representación de venus e influir en el deseo que nos mantiene vivos. Multiplicidad de puntos de vista constituyen la diversidad de la vida.
Personalmente me gusta estudiar la astrología de diferentes culturas, pero aplicó principalmente la astrología tropical, que hemos heredado de la cultura griega, porque de una u otra manera contamos con muchas obras que nos permiten entender este sistema de pensamiento. Aun así considero que cada cultura ha entendido ciertos órdenes e historias en relación a los cuerpos celestes. La astrología es una ciencia en un eterno movimiento.
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